Los bordes del precipicio te rozan los talones

Sali vivo de la escena del crimen pero al doblar la esquina alli estaba, esa voz, podria haberla reconocido en cualquier lugar, hace tres años daria paso a una serie de acontemientos que me marcarian de por vida, habia sido la verdadera culpable de la muerte de mi familia. Iva acompañada de una multitud de matones uniformados, sabia cuando era superado en numero. Se acerco a mi y me administro una dosis de su propia creacion personal, la catarsis que habia experimentado la ciudad, el ejercito de zombis que deambulaban en busca de la muerte, todo habia sido debido a aquella droga. La bruja me tenia tan seguro como si me hubiera puesto una pistola en la cabeza y hubiera apretado el gatillo, los fantasmas conocian mis puntos debiles, cai.

La neblina verduzca inundo el ambiente, era un retrato grotescamente distorsionado de la realidad, no era agradable. En alguna parte el bebe estaba llorando, avance por mis propios tendones en busca de una respuesta que llevaba resistiendome demasiado tiempo. Recorde nitidamente aquel dia, todo habia empezado como un idilico sueño hasta convertirse inesperadamente en una monstruosa pesadilla, en ella yo mataba a mi mujer.

Me desperte bañado en un charco de mi propio vomito, llevame a frio acero habia dicho la bruja antes de que todo se desvaneciera, habia una aceria en las afueras de la ciudad asi que me dirigi hacia ella.

Me tome mi tiempo para llegar hasta alli despues de todo no habia dormido en un millon de años y preferia retrasar el momento final.

Alli estaba, se alzaba imponente como una fria fortaleza futurista, la amplia presencia de seguridad no dejaba lugar a dudas sobre sus actividades, no habia nada que temer, era un ninja, mi kung fu era poderoso, no engañaba a nadie en el mejor de los casos era superman a punto de caer sobre kryptonita.

Entre a saco, sin trampa ni carton como en las peliculas, no se trataba de lo bueno o lo listo que fueras se trataba del caos y la suerte, cualquiera que pensara de otra forma era un idiota.

Los cadaveres se amontonaban a mi paso, hacia tiempo que disparaba primero y preguntaba despues, el helicoptero era la mascota guardian de la bruja, me acechaba.

Afuera el helicoptero disparaba balas como si se tratara de confetti en el desfile del diablo, contuve el aliento y fui ascendiendo hasta el despacho de la bruja en el ultimo piso, al menos alli solia estar antes de las explosivas reformas.

Cuando llegue a la azotea intento huir en el helicoptero, pero antes de que pudiera hacerlo dispare a un poste que cayo sobre el y lo sepulto en una bola de fuego.

Pronto los hombres de azul llegaron mostrando sus identificaciones y sus armas, mis fantasmas me liberaron de su acoso. Me acerce hacia el borde de la azotea, mire hacia abajo..