El pasado es un agujero abismal

Llevaba alimentandome a base de cafe y donuts una eternidad, no recordaba la ultima vez que habia visto el sol, la venganza era lo unico que conseguia mantenerme en pie, no era mas que otro hombre muerto caminando, asi que fui a su encuentro, alli estaba una vez mas como un antiguo monstruo que abre los ojos subitamente,sonrisa traicionera inconfundible, cualquiera que la hubiera visto mas de dos veces podria reconocerla al instante, cazadora de cuero y reloj de oro, todo por encima de los ingresos de un estudiante, era endemoniadamente culpable.

Acompañado de su lacayo me condujeron hacia el subsuelo en busca de suministros, repetiendo la retahila de adulaciones que tantas veces habia oido, ya no engañaban a nadie.

A continuacion recorrimos los entramados de aquella otra ciudad donde solo las ratas osaban adentrarse, cuando llegamos a la discoteca abandonada,las puertas se cerraron tras de mi, era una trampa, debia haberlo supuesto.

En los rincones meretrices y maleantes venidos a mas esperaban impacientes entre las sombras dispuestos a realizar el ritual que realizaban cada semana, pronto mi acompañante tomo la palabra y todo se desvanecio, aguante impasible la tortura como tantas otras veces, la evasion de la realidad me distancio de aquella jerga de monos.

Cuando termino todos ellos parecieron huir de la maldad que irradiaba aquel lugar, el intento escabullirse por la puerta trasera pero antes de que pudiera hacerlo una bala le alcanzo, no sabia de donde habia venido pero estaba claro que antes o despues alguien lo haria.

Malherido huyo en busca de la unica persona que aun podria ayudarlo, fui tras el. Podia correr pero con una bala del tamaño del corcho de una botella rota retorciendose en su estomago no llegaria muy lejos.

Finalmente se quedo sin aire en un callejon, cuando llegue se doblego como un tres ante una escalera de color , estaba intentando comprar mas arena para su reloj, yo no vendia ninguna. El disparo final fue un signo de exclamacion a todo lo que habia llevado hasta ese momento, quite el dedo del gatillo.

En alguna parte por encima las nubes de tormenta se habian disipado y las frias estrellas brillaban desde los negros cielos, un poco mas cerca del cielo..